Chris Duarte, la bomba en la que trabaja el Unicaja

El Unicaja tiene preparada una de las bombas del mercado. El club trabajaba desde que tuvo la certeza de que Kameron Taylor se marchaba en un hombre que al menos mantuviera la calidad. Y está muy cerca de sellar un nombre de pedigrí, aunque no deja de tener otras opciones activas. La prioridad se trata de Christopher Theoret "Chris" Duarte (Puerto Plata, República Dominicana), tiene 28 años y es un jugador con experiencia en el último lustro en la NBA. Compañero de Domas Sabonis en dos etapas, Indiana Pacers y Sacramento Kings, tuvo una gran irrupción en la franquicia recientemente finalista de la NBA, partiendo de haber sido elegido en el puesto número 13 del draft de 2021. Fue elegido esa temporada en el segundo quinteto de rookies. Además, tiene un plus desde la flexibilidad de los pasaportes. Los jugadores de Dominicana tienen condición de cotonou, no ocupan plaza de extranjero. Quedaría una libre para contingencias (sólo Webb la ostenta ahora mismo).

Hay otras opciones encima de la mesa también. Una de ellas, otro jugador con dilatada experiencia NBA, Justise Winslow, hijo del mítico jugador de Estudiantes, Ricky. Tuvo problemas de lesiones y también intenta relanzar su carrera deportiva. Tras casi una década en Miami, Memphis, Clippers y Portland antes de estar las dos últimas temporadas en la G-League esperando una oportunidad ahora ha abierto el abanico. Es un perfil más físico que Duarte, no tan talentoso. El lituano Radzevicius es otro jugador en el radar. Ya se pudo medir al Unicaja en la pasada BCL con el Rytas, aunque aguarda oportunidades de Euroliga.

Pero el elegido y preferido es Duarte, un jugador talentoso con potencial de dominador en Europa. Es un 2-3 con rachas de tiro sensacionales y además con condiciones físicas notables, también puede ser dominante defensivamente. Después de mudarse a Nueva York con su familia y jugar sus últimos años en el instituto, Northwest Florida State College y Oregón fueron sus universidades de formación. Tras su gran irrupción en Indiana (tope anotador de 27 puntos y 13.1 puntos de media en su primer curso con un 37% en triples), su protagonismo en la NBA ha menguado. Después de los Pacers, con una segunda campaña peor, fue traspasado a Sacramento, donde tampoco tuvo demasiado protagonismo (12 minutos por partido y 3.9 puntos). De allí a los Bulls en el verano de 2024, donde apenas jugó 17 partidos con bajas medias. En febrero fue cortado y en los últimos meses ha estado jugando en Puerto Rico con los Vaqueros de Bayamón. Allí ha promediado 20.2 puntos, 5.1 rebotes y 5 asistencias por encuentro, con anotaciones cercanas a los 40 puntos. Tiene también experiencia FIBA, participó con Dominicana en el Preolímpico de Grecia el verano pasado (19 puntos, cuatro rebotes y 2.7 asistencias para 17.3 de valoración), antes había participado en encuentros de clasificación para el Mundial también. Tendría también un buen cicerone con su paisano de nacimiento Tyson Pérez.

Ahora, Duarte busca oportunidades para relanzar su carrera y el Unicaja se la ofrece. Los responsables del club han hablado con él y le han expuesto el proyecto y la sintonía es buena. La plataforma que ha sido para propulsar carreras de otros jugadores también ejerce como atracción para este tipo de baloncestistas a los que en condiciones normales no habría acceso posible. Es un jugador que puede elevar la dimensión actual del equipo. Ofrece capacidad de creación, manejo y tiro. Y ese potencial defensivo también latente para cambiar partidos. El Unicaja lleva trabajando de manera minuciosa en la última semana para cerrar su fichaje, que sería un bombazo.