Juan Antonio Zamora, el invidente rondeño que presenció el histórico triunfo de Alcaraz en Roland Garros

Ronda/Juan Antonio Zamora, un joven invidente total rondeño, ha cumplido su sueño de poder asistir al torneo Roland Garros para ver, sí, porque los ve y los siente, dos partidos en directo. En concreto, la semifinal Djokovic-Sinner y la gran final que enfrentó al tenista italiano con el español Carlos Alcaraz.

Juan llevaba tres años intentando conseguir una de las entradas que el torneo francés pone a disposición para las personas con discapacidad, pero hasta el momento no había tenido suerte. “Me costó mucho conseguirlo, pero ha merecido la pena”, ha señalado. Además, ha elogiado el trato recibido por la organización, que incluso dispone de transporte gratuito para estos casos desde la línea de metro al estadio.

Y es que su afición del tenis comenzó tras encontrarse allá por el año 2004 un partido de Rafa Nadal en la Copa Davis cambiando de canales en la televisión. Fue entonces cuando descubrió que aquellas sensaciones que le creaba la retransmisión le gustaban. A partir de ese momento inició el proceso de aprendizaje para conseguir poder ver el partido mediante el sonido y las sensaciones que le transmitía los jugadores, el golpeo de la pelota o el ambiente creado por el propio público. Precisamente, el respeto y silencio imperante en este deporte, mientras se disputa cada punto, le permiten poder disfrutarlo con toda su intensidad.

En este proceso también utilizó ver los partidos únicamente con el sonido ambiente, lo que le permitió poder identificarlos y reconocer qué tipo de golpe están ejecutando por el sonido que emite la bola al golpear la raqueta. “Puedo saber si está haciendo una dejada o si la pega mejor o peor”, explicó Zamora. “En la remontada del 0-40 del cuarto set hubo una que la pegó Carlos mal y pedía, por favor, que entrara”, ha recordado. Precisamente, ese fue uno de los momentos más emocionantes de toda la final. “Se notaba al público empujando a Carlos para que remontara, era una olla a presión”, ha señalado.

Además, durante los partidos en directo todas estas sensaciones y percepciones se acentúan. “En directo sé dónde está cada jugador, cada golpe que ejecuta o el ánimo que tiene”, ha afirmado. Y es que en la pista las sensaciones son mucho mayores y el sonido que se genera le permite poder vivir con mayor precisión el partido. Eso sí, al no estar el sonido amplificado como en las retransmisiones de televisión, sí que requiere por su parte una mayor concentración para no perder ningún detalle del partido.

En cuanto al momento más emocionante, Juan lo tiene claro: “Cuando entré en la Philippe Chatrier y el speaker anuncia a Djokovic y Sinner, la primera bola, el primer peloteo me impactó mucho porque yo tenía muchas ganas de oír la pista estando en vivo y me impactó mucho oír los primeros golpes de la bola”.

Eso sí, tuvo que habituarse a la pista que visitaba por primera vez. “Tuve que adaptarme porque en la tele no ves al jugador, en la pista sí, sabes por el sonido si el jugador está más cerca, más lejos, en qué parte está, si me mueve o cómo respira, estas cosas por la televisión no las percibes, yo sabía en todo momento dónde estaba Carlos”, ha explicado.

Juan, al igual que muchos aficionados españoles al tenis, también pasó de seguir a Rafa Nadal o hacerlo con Carlos Alcaraz y ya sueña con la posibilidad de poder verlo sobre hierba en algún momento. Y es que es la única superficie sobre la que todavía no tuvo la oportunidad de ver un partido en directo. “Tengo la experiencia sobre tierra, dura-indoor y me faltaría hierba para saber cómo se oye el sonido en hierba”, ha indicado.

Eso sí, de momento las dos experiencias que tuvo con pistas de tierra ha asegurado que “han sido increíbles”. Y es que en las pistas cerras de superficie dura el rebote del sonido al estar cerradas le hace más complicado poder seguirlo.

Le haría ilusión que Nadal o Alcaraz conocieran su historia

Juan Antonio Zamora, como buen aficionado el tenis, se ha mostrado muy satisfecho por conseguir ver en directo a sus dos grandes referentes, Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, aunque ahora, más que conocerlos en persona, tiene la ilusión de que en algún momento puedan saber que existe una persona invidente total que les sigue y es un gran amante del tenis. “Me haría mucha ilusión que en algún momento alguno de ellos pudiese saber que existe una persona así que les sigue y ve sus partidos”, ha afirmado. Es que ellos han conseguido que su afición al tenis sea mucho más seguirles solo a ellos. “Al principio me pasaba con Rafa que al caer eliminado dejaba de ver el resto del torneo, ahora sigo viendo hasta que termina porque descubrí que es algo que me encanta”, ha indicado.

Ahora sigue todo aquel torneo de tenis que puede mediante las retransmisiones de la televisión y no se pierde ni las “pachangas” que se organizan como torneos de exhibición. Ahora, tras regresar de París, vuelve a estar al frente del quiosco de venta de la ONCE en el que desarrolla su trabajo de forma habitual en la calle Cruz Verde junto a la Carrera Espinel de Ronda. Allí, ayer, muchos de sus clientes que son conocedores de su afición le preguntaban por la experiencia vivida.