La bodega rondeña Descalzos Viejos cumple un cuarto de siglo
Las instalaciones están situadas en un reconstruido monasterio trinitario en el que costa que había viñedos en 1811
Vino bajo velo de flor con sello rondeño
Ronda/Las bodegas rondeñas se comienzan a hacer mayores de edad. Tras años de trabajo y la llegada de numerosos proyectos, aquellas que iniciaron su andadura en los primeros momentos se encuentran ya por encima de los 20 años de vida. Un movimiento de recuperación del viñedo que creyó en un sueño y que lograron hacerlo realidad.
Es el caso de la bodega Descalzos Viejos que llega a su primer cuarto de siglo de existencia. Motivo por el que preparan un evento especial en el que se combinará música y vino para celebrar este evento el próximo 21 de junio. Un evento que estará bajo la dirección artística de Andrés Herrera “Pájaro”, referente del rock fronterizo.
Ubicada en un monasterio trinitario del siglo XVI en la cornisa del Tajo de Ronda, del que se conservan algunas de sus pinturas originales, parte de la estructura del mismo, huertos y los jardines, en la actualidad es una de las bodegas más reconocidas de la Serranía.
Los arquitectos Francisco Retamero y Flavio Salesi fueron los impulsores de este proyecto tan especial allá por el año 1998 cuando adquieren su propiedad. En el mismo se combinan una gran riqueza patrimonial y la elaboración de vinos de autor que cuentan con un importante reconocimiento en el mercado. Y es que durante el proceso de rehabilitación se descubrieron documentos que acreditan que en 1811 la finca ya contaba con dos hectáreas de viñedos, precisamente, las primeras en ser plantadas con las variedades garnacha y syrah.
En la actualidad cuentan con seis vinos en el mercado, cinco tintos y un blanco, aunque a ellos se suma Dimitri, el primer bajo velo de flor que se elaboró en la comarca rondeña, aunque en su caso no se pueda comprar y se elabora en exclusiva para el biestrellado restaurante rondeño, Bardal, del chef Benito Gómez. Unos vinos que son elaborados bajo la dirección técnica de Vicente Inat, uno de los enólogos que también llegó a la comarca al inicio de la recuperación de sus viñedos.
Una gama de vinos que se ha ido completando a lo largo de los años tras iniciar su andadura con dos tintos, uno joven (DV) y un crianza (DV+). Posteriormente se fueron sumando DV Aires, el homenaje a las santas que siguen presentes en la bodega en forma de monovarietales (Iusta y Rufina) y su conocido blanco DV Chardonnay. Precisamente, en los últimos años han realizado una apuesta importante por ampliar las hectáreas de esta variedad al ser un vino que rápidamente se agotaba en el mercado.
En mitad de este largo camino se han realizado ediciones especiales DV Mínima, un vino dulce de Botritis, o elaboración de rosados en algunas añadas. Una idea que Salesi no descarta que puedan recuperar de cara al futuro.
Aquel proyecto loco, como muchos consideraban a los impulsores de la recuperación de los vinos en la Serranía, hoy es un referente que está presente en algunos de los restaurantes de mayor prestigio.
Las entre 35.000 y 40.000 botellas que se elaboran con la uva procedente de las 10 hectáreas de viñedos que poseen en la actualidad, tienen el mercado de Málaga como su principal y más fiel consumidor.
No obstante, sus vinos llegan a países como Bélgica, Dinamarca, Italia, Suiza o Estados Unidos, país este último en el que están presentes en los estados de Virginia y California.
“El secreto de nuestros vinos que solo hacemos lo que nos gusta”, afirmaron casi al unísono Retamero y Salesi. Ambos se muestran muy satisfechos de su trayectoria que han tenido a lo largo de este año y lo que han podido aportar al colectivo de los vinos rondeños que ahora cuenta con un importante reconocimiento, aunque los inicios fueron complicados para aquellos primeros aventureros entre los que se encontraban nombres como Federico Schatz, Manuel María López, José Manuel Vetas, Manuel López, Antonio Chacón o los hermanos Morilla, entre otros.
Vino y música para celebrar los 25 años
La celebración contará con actuaciones como la de Pájaro: la banda del guitarrista sevillano ofrecerá un set centrado en lo mejor de su repertorio y algunos anticipos de su próximo trabajo. También actuará Berrinches, una superbanda formada por miembros de Los Planetas, Lagartija Nick o 091. Su propuesta: una explosiva selección de versiones punk, garage y new wave. Por otra parte, Tito Ramírez, icono enmascarado del soul tropical llega con nuevo disco (El Prince) y su infalible combinación de mambo mutante, cha-cha-cha y boogaloo galáctico. A ellos se suman DURO VINO SET (Clubbing), Ylia: arquitecta sonora; MI.RO, alias de Fernando Gullón, DJ mallorquín con décadas de trayectoria a sus espaldas y Dalila, referente del break beat andaluz.
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