Sánchez se construye una Ejecutiva coral a su medida

Los andaluces María Jesús Montero, Francisco Salazar y Anabel Mateos forman parte del segundo sanchismo, el que deja atrás a la banda del Peugeot

El cónclave de Sevilla ha quedado invalidado por una dirección renovada que será aprobada por un comité federal, no por un congreso

Rebeca Torró, sustituta de Cerdán

Pedro Sánchez, esta semana en Sevilla.
Pedro Sánchez, esta semana en Sevilla. / J.Valencia/EFE

Pedro Sánchez ha sacudido la Ejecutiva socialista, pero a su medida. El comité federal que se reúne mañana, y al que han confirmado su presencia más de 300 miembros, se encontrará con una Ejecutiva ya hecha. Sánchez y María Jesús Montero, literal y verdadera número dos del PSOE, cerraron los cambios el jueves pasado en una larga reunión en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla. Un notable grupo de andaluces va a formar parte de esta renovación que deja atrás a la banda del Peugeot, aquellos colaboradores con los que formó piña para renacer después de su defenestración en octubre de 2016. El sevillano Francisco Salazar y la almeriense Anabel Mateos serán dos de los tres adjuntos de la nueva secretaria de Organización, la valenciana Rebeca Torró. El tercero es el madrileño Borja Cabezón, amigo de Sánchez, aunque en su día fue uno de los apoyos de su competidora Susana Díaz.

Rebeca Torró
Rebeca Torró / EP

El PSOE esperaba grandes cambios en la Ejecutiva socialista después del encarcelamiento del que ha sido su último secretario de Organización, Santos Cerdán, y así ha sido, es una renovación con nombres de mujer como respuesta al bochornoso mercado de prostitutas en el que andaban metidos José Luis Ábalos y Koldo García. La andaluza María Jesús Montero ha tenido un peso especial en la renovación, hasta el punto que ha sido ella quien ha comandado los cambios acordados con Sánchez. Desde lo tiempos del tándem Felipe González-Alfonso Guerra, los andaluces no copaban puestos tan altos y, como en aquella ocasión, es el PSOE de Sevilla el que lidera la influencia del sur.

Como ya ocurriera en diciembre de 2023, cuando Montero pasó a ser vicesecretaria general, la Ejecutiva no será reformada en un congreso, sino de urgencia y por un comité federal, el de mañana sábado. El anterior congreso, el número 41º, el que se celebró en Sevilla, ha quedado del todo impugnado. Semanas antes de que se celebrase, Sánchez había pensado en sacar a Santos Cerdán, pero lejos de eso, convirtió en cónclave en una respuesta negacionista de las corruptelas en el interior del partido.

La valenciana Rebeca Torró, de 44 años, actual secretaria de Industria y ex consejera de Ximo Puig en el Gobierno autonómico valenciano, será la responsable de Organización. El PP valenciano le había acusado por la compra de mascarillas en su etapa en el Gobierno de Puig, cuando también adjudicó algunas obras a Levantina Ingeniería y Construcciones (LIC), una de las empresas de la trama de Koldo. No obstante, LIC ha trabajado en España para muchas administraciones, incluida la Junta de Andalucía.

Es la tercera mujer en la historia del PSOE que ocupa este puesto, donde estuvieron Carmen García Bloise (1979-1984) y Leire Pajín (2008-2010). Pero la valenciana tendrá tres secretarios adjuntos, todos de la entera confianza de Sánchez, personas que conocen tanto Ferraz como Moncloa. Dos de ellos son andaluces. Se trata de una dirección coral, con peso de gente nueva en labores de máxima dirección del partido.

La nueva portavoz, Monserrat Mínguez.
La nueva portavoz, Monserrat Mínguez. / EFE

Francisco Salazar es un clásico del sanchismo. Natural de Montellano, de donde fue alcalde, y después concejal en Dos Hermanas, Salazar trabajaba hasta ahora en Moncloa, donde era secretario general de Coordinación Institucional. La almeriense Anabel Mateos, de Roquetas, entró en la Ejecutiva como responsable de municipios costeros; es pareja de Antonio Hernando, secretario de Estado de Telecomunicaciones y uno de los amigos rescatados de Sánchez después de años de distanciamiento. Mateos trabajó como consultora senior en la agencia del ex ministro José Blanco, Acento, convertido en uno de los grandes lobistas del país. Y el tercer adjunto es Borja Cabezón, una persona que en su día apoyo a Susana Díaz, pero que pasa por ser uno de los grandes amigos de Sánchez.

A la derecha, Francisco Salazar.
A la derecha, Francisco Salazar. / EP

Se tratan de personas que, como María Jesús Montero, son de la completa confianza del líder socialista y presidente del Gobierno, y además aseguran una buena posición a Andalucía en esta Ejecutiva. Uno de los grandes damnificados ha sido, sin embargo, otro andaluz, el diputado jiennense Juanfran Serrano, que sale como secretario adjunto a Organización, debido a su cercanía con Santos Cerdán. Serrano pudo ser el relevo de Juan Espadas, pero el PSOE de Sevilla se opuso con tenacidad a este cambio.

La nueva portavoz de la Ejecutiva será Monserrat Domínguez, diputada catalana, militante del PSC, mujer de conafizan de Salvador Illa. No obstante, la concejala madrileña Enma López, será la segunda portavoz.

Con estos cambios, Sánchez ha iniciado una respuesta al caso Cerdán que no pasa ni por un congreso extraordinario ni por una cuestión de confianza ante el Congreso de los Diputados. Una vez más, se ha impuesto la resistencia como respuesta a un caso de corrupción que afecta de lleno al partido, pero que también tiene sus implicaciones en el Gobierno.

Sánchez dará explicaciones sobre el caso de las mordidas el próximo 9 de julio en el Congreso. Una parte del PSOE también espera cambios en el Ejecutivo, pero éstos se van a retrasar. Algunas fuentes sostienen que la crisis llegará después del verano.

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